Paisajes, diez consejos para lograr escenas espectaculares de una forma sencilla

1.- Usa el teleobjetivo para crear nuevas perspectivas

Disponible en modelos de 200 a 1000mm, el "tele" resulta muy útil en la fotografía de paisajes para aislar elementos interesantes. Su mayor distancia focal ofrece perspectivas nuevas que a menudo el ojo no puede ver, y es particularmente eficaz en localizaciones muy populares porque permite mostrarlas con un punto de vista muy diferente, aunque quizás te cueste acostumbrarte a distinguir escenas distantes que podrían funcionar a través de un objetivo. Busca capas, composiciones limpias, repetitivas y simples, si es preciso con unos prismáticos.




2.- Aclara el primer plano aprovechando el agua

Al amanecer y atardecer el primer plano puede quedar oscuro respecto al resto de la escena y desequilibrar así la composición, pero el agua puede ayudar a resolver este problema. Además, no hace falta una gran extensión, ya que a menudo incluso algo tan pequeño como un charco bastará. Colócate para que refleje una parte interesante o colorida del cielo, y no olvides que lo reflejado nunca debe aparecer más brillante que la fuente original.





3.- Enfatiza la escala añadiendo interés al primer plano

Si compones una imagen a través de un gran angular busca un primer plano que aporte una sensación de profundidad, ya que el efecto de la perspectiva reforzará esta impresión amplificado por un ángulo mayor. Además puedes usar un primer plano simple y limpio con patrones líneas guía, y también un punto focal o elemento reconocible en la distancia (por ejemplo, un árbol grande o un faro) para dar una idea de escala que invite al ojo del espectador a recorrer la composición.





4.- Insiste y vuelve a las localizaciones buenas

Encontrar una gran composición no significa que la foto funcione a la primera, dado que quizás tengas que esperar o volver otro día cuando la luz sea mejor, y los cambios de estación también afectarán a tus escenas; algunas mejorarán con una vegetación verde y flores silvestres, mientras que otras tendrán un mejor aspecto en invierno. Si la composición es buena, merece la pena volver en estaciones diferentes y bajo diversas condiciones climáticas.




5.- Oculta distracciones con la niebla

La neblina y la niebla añaden ambiente, pero también puedes usarlas como ayuda para ocultar detalles no deseados en el encuadre; por ejemplo, en el caso de edificios o carreteras que estropeen un paisaje perfecto, o para no revelar elementos de modernidad en la escena y lograr así una calidad ajena al paso del tiempo. Si decides usar esta técnica, evita que la composición quede dominada por bloques grandes de niebla blanquecina y colócate en el borde del banco, ya que la neibla será menos espesa y tendrá capas.




6.- Evita mezclas y convergencias

Es importante procurar que elementos y tonos similares se junten en cualquier tipo de imagen en dos dimensiones, un error de composición en el que es fácil caer. Deja siempre que puedas una clara separación entre los detalles para que puedan reconocerse por separado, sobre todo en el caso de los más importantes, y trata de mantenerlos alejados de los bordes del encuadre; en este sentido, es recomendable evitar a toda costa que los toquen. En ocasiones una diferencia de dos centímetros puede cambiar por completo una fotografía, así que explora la escena tomando la cámara con la mano, y busca la posición de disparo perfecta antes de montar la unidad en el trípode y realizar tus ajustes.

7.- Mira los bordes del encuadre

Presta atención a los bordes de la fotografía. Son pocas las cámaras que tienen un visor del 100% y es posible que no veas elementos uqe puedan ser una potencial distracción en los extremos, por lo cual es mejor reducir un poco el zoom. Espera además a que la gente, vehículos y estelas de aviones desparezcan de la escena, y colócate para ocultar postes telefónicos, edificios, coches estacionados, así como basura, hojas muertas y otras distracciones. Evita también los orizontes inclinados, sobre todo en fotos costeras.



8.- Escoge un buen equipo

Aunque la mayoría de las fotografías de paisajes pueden hacerse con un equipo básico, hay accesorios que harán tu vida mucho más fácil, sobre todo a la hora de componer. Es necesario un trípode decente, pero resulta igual de importante escoger la rótula adecuada. Las de bola de buena calidad son versátiles, pero los modelos de tres movimientos permiten un ajuste mucho más preciso y controlable que es perfecto para la composición. Asímismo, el brazo acodado es muy recomendable para cambiar del formato vertical al horizontal sin poner de lado la rótula del tripode, mientras que con un nivelador montado en la cámara podrás mantener el nivel del horizonte.




9.- Usa líneas para llevar al espectador por la imagen

Las líneas guía son una herramienta muy útil en la composición de paisajes, sobre todo con un gran angular. Busca líneas de colores, formas, luz y texturas, y ten en cuenta que una línea recta implica movimiento y espectacularidad, y que las curvas ralentizarán el recorrido visual por la foto.




10.- Equilibra tu composición

A la hora de componer es importante prestar mucha atención al equilibrio entre zonas claras y oscuras en el encuadre. Intenta evitar que un área domine una escena bien iluminada, como por ejemplo una mancha de agua blanca y brillante en un río, o una sombra fuerte. Cuando ocurra, procura compensar con tonos similares en otras partes de la imagen, y busca también un equilibrio en la distribución de los elementos del paisaje. Lo mejor es no colocarlos en la parte superior de la fotografía o a un lado, sino mirando hacia el escenario para que el ojo del espectador se sienta animado a explorar el resto de la foto.



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